La experiencia del niño huérfano no es del todo vivida, ya que hay un apego a personas y situaciones que están allí para crear sensación de “protección”.
Se aferra a situaciones o personas incluso cuando no sean convenientes porque siente terror por cualquier cambio.
No ha experimentado aún la muerte de situaciones o de relaciones y en caso de haberlo hecho, busca refugiarse de nuevo en otra situación o persona, pues se rehúsa a quedarse sólo o sentir el vacío de lo que ya no está.
LO QUE TU NIÑO HUÉRFANO TE PIDE
Soltar el apego a personas y situaciones.
Atreverte a estar sólo.
En este caso, se necesita que te conectes con el huérfano y vivas la experiencia de la soledad y de hacerte cargo de ti mismo.
EJERCICIO
¿Qué proyectos, sueños, anhelos tienes actualmente en tu vida? Si ves que no hay mucho de ello, planifica tu vida ahora y pon objetivos concretos de cosas que quieres realizar. Piensa en qué recursos necesitas y cómo vas a conseguirlos tú solo y sin ayuda de nadie.
¿De qué personas dependes actualmente? ¿A quiénes tendrías que empezar a soltar para vivir tu vida y hacerte responsable de ti mismo?
¿A quién temes decepcionar si empiezas a hacer lo que realmente quieres? ¿por qué?